Tras estos días de fiesta donde se suelen celebrar comidas frecuentes y copiosas, reflexioné sobre lo importante que es que nuestra pirámide del sistema digestivo esté en plena forma. Y, mientras pensaba en ello, encontré un interesante documento-guía que ha sido publicado hace escasas semanas.
Se trata de la Pirámide del Bienestar Digestivo que, creada por el programa NUSA y la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), nos enseña a cuidar este sistema tan importante de nuestro organismo, al que a veces no prestamos la suficiente atención.
La base de la pirámide se apoya en la importancia del agua, recomendando beber 2 litros de agua a lo largo del día. Una pauta que, como ya hemos comentado en otras ocasiones, avalan y prescriben numerosas entidades internacionales como la Organización Mundial de la Salud, la Federación Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) o el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS).
Agua, clave en nuestra salud
El agua juega un papel clave en nuestra salud y en el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Nuestro cuerpo está formado aproximadamente por un 65% de agua y cada día perdemos en torno a dos litros y medio por la orina (1500 ml), las heces (150 ml), el sudor (350 ml) y la respiración (400 ml). Debido a esa cantidad de agua que eliminamos cada 24 horas, es necesario que la repongamos para mantener siempre una correcta hidratación en cualquier etapa de la vida.
Pirámide de bienestar
Por ello, además de recomendarnos llevar una vida activa practicando ejercicio físico regular. Una correcta alimentación, evitar ciertos hábitos y atender a nuestra regularidad. Esta guía apunta como hábito clave beber 2 litros de agua al día para cuidar nuestro aparato digestivo.
Además, el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) recuerda la idoneidad de que bebamos agua mineral porque se trata de un agua muy singular. El agua mineral natural procede de manantiales subterráneos que están protegidos de cualquier tipo de contaminación. Y, por ello, se envasan tal y como se encuentran en la Naturaleza sin recibir ningún tratamiento desinfectante. Además, el agua mineral natural no aporta calorías, su composición mineral permanece constante y puede consumirse en cualquier momento y lugar.
¿Qué puede haber más saludable?