La industria alimentaria pone diariamente 150 millones de comidas en las mesas de los consumidores. Productos alimentarios que deben ser seguros y garantizar todos los requisitos exigidos por las normas que los regulan. De ahí que los análisis a realizar en los alimentos sean cada vez más numerosos y rigurosos tanto en cantidad como en calidad.
El papel de los laboratorios en la seguridad alimentaria y en la calidad de los alimentos es por tanto fundamental en todo el proceso. Y para que los gabinetes de prensa de sector alimentario conozcan de primera mano su funcionamiento, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el Instituto Nacional de Consumo (INC) y FIAB organizaron una jornada informativa en el Centro Nacional de Alimentación (CNA).
La Directora del CNA , Dña. Mª Teresa López, y el Director del CICC, D. Manuel Carbó, expusieron el papel de los laboratorios de control oficiales en todo este proceso, así como la forma de proceder de sus respectivos centros. Por su parte, D. Javier Ignacio Jáuregui, Director de Tecnología Analítica del Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), abordó el papel de los laboratorios de control no oficiales, ofreciendo también una visión del proceso desde el punto de vista de las empresas fabricantes y señalando que “el objetivo básico de las empresas es garantizar la salubridad de sus productos, es decir, la seguridad alimentaria y, a nivel de empresa, el número de análisis que se hace es enorme”.
Calidad del agua envasada
Desde 2004, el CNTA proporciona soporte analítico y técnico avanzado a Aneabe tanto en proyectos de I+D+i como en foros nacionales e internacionales. El sector de las aguas envasadas realiza más de 300 análisis diarios para monitorizar la calidad y estabilidad del agua envasada, de hecho, las aguas minerales naturales son uno de los productos más reglamentados en cuanto a calidad y seguridad alimentaria junto con los alimentos infantiles y los productos dietéticos. Esto se debe a que el agua mineral natural es un producto tan singular que debe llegar al consumidor en su estado de pureza natural.
Todo ello para ofrecer un producto absolutamente sano, saludable y natural bajo el principio de la seguridad alimentaria, gracias al trabajo del sector de las aguas envasadas en calidad e innovación.