“Hydration for Health” es la nueva campaña europea para promover la hidratación promovida por la Federación Europea de Aguas Minerales (NMWE) para concienciar a la sociedad acerca de la importancia de beber agua para tener un buen estado de salud.
La iniciativa, que apoyamos desde ANEABE, miembro también de la NMWE, destaca la importancia de mantener una hidratación adecuada para la vida humana, ya que el 60% del organismo está formado por agua, y cada órgano, tejido y célula necesitan de este líquido para funcionar. Por lo tanto, podemos decir que: “somos agua”.
Sin embargo, las estadísticas muestran que muchos europeos no beben la cantidad de agua recomendada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), quien recomienda una ingesta diaria de 2-2,5 litros de agua en los adultos, en condiciones normales de actividad y temperatura.
Beber agua, sinónimo de salud
Seguir unos hábitos adecuados de hidratación es sinónimo de un buen estado de salud también a largo plazo. Y es que, la falta de hidratación está relacionada con problemas de salud, en particular, con una disminución del rendimiento cognitivo, reducción de la función renal, enfermedades cardiovasculares y metabólicas, piedras renales y diabetes tipo 2, entre muchas otras.
Por el contrario, se ha demostrado que mantener buenos hábitos de ingesta de agua, ayudan a mejorar la memoria, la atención y el rendimiento en el estudio y el trabajo.
Pero, esto no es todo. La bebida de elección a la hora de hidratarse también tiene un importante impacto en la salud. Por esta razón, es importante destacar que el agua es la forma más sana y natural de hidratarse, al no contener azúcar, calorías ni aditivos. Además, ayuda a una mejora de los hábitos de hidratación, y contribuye a un estilo de vida saludable y a poner frente a los problemas de obesidad que actualmente desafían a los sistemas europeos de salud.
Colectivos vulnerables
Existen ciertos grupos con una mayor vulnerabilidad a problemas de deshidratación. Uno de estos es el formado por la infancia. Se estima que, en Europa, aproximadamente, el 60% de los niños no beben la cantidad suficiente para cumplir con las recomendaciones de la EFSA, y el 25% beben menos de un vaso de agua (250 ml) cada día.
La hidratación óptima también es crucial para el rendimiento cognitivo y la memoria de un niño o niña, para la salud física y dental, así como para la prevención del sobrepeso y la obesidad. No solo es importante que estén adecuadamente hidratados, sino que la ingesta de líquido sea, principalmente, a través de opciones dietéticas saludables, como el agua, y evitando el consumo excesivo de bebidas azucaradas.
En las personas mayores de 60 años de edad, la falta de hidratación se asocia con una mayor morbilidad y mortalidad, un problema cada vez más importante, dado el envejecimiento de la población europea.
Muchas de las personas de este colectivo son dependientes a la hora de beber agua y, por ende, son particularmente vulnerables a sufrir problemas de deshidratación. Además, también cabe destacar el descenso de la sensación de sed que se suele producir con la edad, la disminución de la función renal y un menor contenido de agua corporal, factores que también convierten a los mayores en uno de los grupos de riesgo frente a la deshidratación
La buena noticia de todo esto es que mantener una hidratación saludable es algo al alcance de todos. Y es que, unos 8-10 vasos de agua al día pueden cambiar la salud de una persona.
Para más información sobre la campaña “Hydration for Health” de la NMWE, consulta el siguiente documento.